Esto es lo que pasa después de estar en la ACADEMIA DE FAMILIAS 6 meses
Toni y Paquita (2 hijas de 1 y 7 años)
Paula (1 hijo de 2 años)
Marta y Rafa (3 hijas: 9, 9 y 3 años)
Arancha y Diego (2 hijos: 10 y 6 años)
Testimonios en carta 📝
Hola Ares, esto es algo que te debía , un mensaje directamente desde el corazón y bien sabes lo mucho que me va a costar....hacia tiempo que te seguía en RRSS.
Buscaba por ese mundo todas las respuestas que no encontraba desde que fui madre, me sentía muy inútil, como le decía a mi hija mayor yo tb estoy aprendido a ser mamá. Gracias a Dios me decidí a hacer tu curso, no sin ciertas dudas. La realidad es que me has ayudado hasta un punto inimaginable....a través de ti he descubierto una relación que me estaba destrozando la vida, el proceso esta siendo tremendamente duro, lo tenía delante mía y no era capaz de ver nada, y todavía pensaba q había cambiado....aún me sigo preguntando como he podido idealizar tanto a una persona...la misma que me ha devastado ya no solo como mujer sino como persona pero ahí estabas tu de nuevo tirándome un chaleco salvavidas, enseñándome que la empatia existía y también las buenas personas, tu comprensión, cariño e implicación va mucho más allá de un simple curso...en mi caso me has salvado de mi misma...creo q me calaste muy rápido y enseguida me guiaste... rápidamente también te diste cuenta q había algún problema y nuevamente sacaste tu mano...lo q no tengo palabras es para agradecer es tu presencia...siempre atento y preocupado...mira llevaba más de una semana sin llorar y de nuevo brotan mis lágrimas pero de agradecimiento...joder Ares q yo quería tener luz xa ser mejor madre con mis hijos y me has terminado descubriendo q mis miedos, inseguridades y mi vulnerabilidad ha provocado que aceptara todo tipo de migajas...me has dado luz xa salir de una relación tóxica, y fuerza para avanzar en algo q me daba vértigo y aún me sigue dando, te he sentido siempre cerca, GRACIAS por darme tu mano y acompañarme, por no dejarme caer y x las veces q aunque estaba en el suelo me dabas tu fuerza xa seguir...Hemos luchado muchas batallas con mis enanos, el sueño de Manuel (3 años), sus explosiones, la intensidad de Lucía...aún voy con la L y fallo mucho...tengo muchos frentes abiertos y no puedo con todos a la vez...todavía me acuerdo en la entrevista previa a apuntarme en el programa q me dijiste, te aseguro que tendrás una hora para ti, en aquel momento con mis enanos muy enanos para mi eso era el paraíso...Mi excesiva presencia, q rápido detectaste provenía de esos miedos e inseguridades, ahora es complicado deshacer el ovillo, ese 1% del q tanto hablas, pero estoy en ello y sobre todo quitarme ese sentimiento de culpa por no estar siempre...No se si he sido capaz de transmitir todo el agradecimiento que siento hacia ti, nunca te estaré lo suficientemente agradecida por todo lo q has hecho por mí...no sé cómo agradecertelo de verdad..Gracias por recomendarme a Marta, (tu psicóloga) que importante ha sido en todo esto...Gracias por darme la oportunidad de tener otra vida, por sacarme del agujero donde estaba y quitarme la venda de los ojos, por tu comprensión, por tu presencia, por tu apoyo....eternamente gracias, solo le pido a Dios que te devuelva todo tu buen hacer de la manera que necesites, porque gente como tú es quien hace este mundo mejor, y se necesitan más personas como tú, q gran labor haces...que necesario eres en un mundo en el que las prisas, el egocentrismo, el auto placer es lo único q impera, toda una generación de peques tendrán un legado maravilloso gracias a ti y una generación de analfabetos emocionales aprenderán las cosas que realmente importan, dejaras tus huella en grandes y pequeños...GRACIAS UNA Y MIL VECES, GRACIAS, de corazón, Esther, Lucía (5 años) y Manuel (3 años), a ellos tb les has dado una nueva vida. 😘
¡Ay Ares…! No sé ni por dónde empezar.
Mirar atrás y ver el camino que hemos recorrido contigo me remueve muchos sentimientos, pero, sobre todo, me genera satisfacción. Quiero dedicar este momento para reflexionar y poder poner el broche de clausura a este esfuerzo que hemos hecho por mejorar nuestras vidas y las de nuestros hijos. El esfuerzo no termina, el camino no se acaba, pero ahora, eso sí, estamos más preparados para disfrutar del día a día sin que suponga un calvario.
¿Dónde estábamos la primera vez que hablamos contigo? Veníamos de muchos meses de tensión acumulada por problemas médicos, explosiones emocionales muy fuertes de M., el nacimiento de nuestra segunda hija, cambios de trabajo, dos mudanzas en un año… Bueno, podría seguir, pero no es importante. El cúmulo de muchas circunstancias habían acabado por causarnos un malestar generalizado. No remábamos juntos. El raciocinio reina en nuestra casa, por suerte o por desgracia, y la incomprensión de las respuestas de M. nos estaban alejando y nos habían convertido casi en enemigos.
Cuando recogía a los niños, muchas tardes, sentía pánico. Sabía que al llegar a casa estaría sola con los niños y M. montaría, como cada día una pelea contra su hermana y contra mí. Casi siempre prefería estar en el parque con tal de no ir a casa. Todo esto se fue acumulando y acumulando y no sabíamos como arreglarlo. Todo iba a peor.
Hacer este acompañamiento nos ha reconciliado como pareja, nos hemos vuelto a encontrar, hemos tenido conversaciones fundamentales que nunca habíamos tenido. Nos ha unido de una manera maravillosa, hemos podido fundar los valores de nuestra familia. Parece fácil decirlo, pero ha sido un gran reto. Para mí, esto es lo mejor que me llevo, nuestra (re)unión.
Debería ser obligatorio sentar las bases familiares, y, sin embargo, nunca nos lo habíamos planteado anteriormente.
Siento que hemos crecido enormemente tras haber removido el pasado, buscado en nuestras educaciones, y, principalmente, aprendido a gestionar las emociones (aquí aún sigue habiendo trabajo). Gracias a nuestro crecimiento, hemos visto una evolución inmensa en M. Se me saltan las lágrimas de lo orgullosa que me siento de esto. Hemos reconducido una situación desesperante en una casa en calma. Sigue habiendo conflictos, sí. Pero no nos aterrorizan, los tomamos como vienen; y, como vienen, se van. De cara a E. hemos ganado muchísimas herramientas que ya nos están ayudando a afrontar los “fabulosos 2 años” desde otra perspectiva.
Me siento una persona diferente a la que era cuando comencé. He cambiado mis prioridades, tengo ratos para mí, he conseguido apuntarme a Yoga. Hemos vuelto a ir de vacaciones (cosa que nos daba pánico por miedo a dormir fuera de casa), paso muchas tardes en casa con los niños encantada y feliz, J. se va de viaje de trabajo y lo afronto sin necesidad de ayuda.
Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia ti, Ares. Por habernos acompañado y guiado cuando más lo necesitábamos. Y con los ojos llenos de lágrimas me despido, ha sido un verdadero placer.
Arantxa y Fran (1 hijo de 2 años)
Naomi (2 hijos de 9 y 5 años)
Mercedes (1 hijo de 5 años)
Otros pequeños Grandes Éxitos conseguidos











