Sí, tal y cómo te lo cuento.
El lunes me quedé con el cuello bien rígido y un dolor infernal.
Por eso no me he sentado a escribirte.
Es tal y cómo me escribió María después del último mail:
“me ha encantado tu e-mail de esta mañana. Y me ha venido genial leerlo, porque esos somos nosotros, a veces sí, a veces no. Pero leerlo de ti ayuda a ver que es normal estar a veces sí y otras veces no.”
Como ves todos somos mortales, sufrimos, tenemos dificultades, piedras en el camino o incluso montañas, subidas y bajadas.
A mi esta semana me ha tocado parar y estar de bajada.
Y aquí ando, a medias todavía.
El caso es que el lunes tuve sesión de Casos y Preguntas con las madres y padres de la mentoría.
Y hablamos de cuando todo se tuerce y va mal.
¿Qué hacer cuando todo está al revés?
Porque puede que la cosa vaya mal con tus hijos o que te haya dado un bajón a ti.
María me contaba que ya habían conseguido tener menos conflictos entre sus hijos y ya no había problema para que hicieran las cosas.
Pero que no sabía que había pasado que de repente todo era una pelea, gritos de nuevo…
Le contesté con una regla que no falla en estos casos.
Aquí te la pongo por si quieres imprimírtela:
“Seguir haciendo lo que funciona”
Me explico.
Primero tenemos saber qué funciona y está ajustando a las necesidades de nuestros hijos.
Te digo cosas que no funcionan a largo plazo y que además son perjudiciales:
gritar, amenazar, premiar, castigar, contar hasta tres, exigirles de más, no ponerles límites, no acoger sus emociones…
Pero no solo es esto, es que hay otra parte de la frase que nos cuesta más.
A madres y padres.
No a los niños.
Es esta: “Seguir haciendo”
Esto quiere decir, seguir haciendo de forma constante lo que funciona.
Día tras día.
Fallamos un montón y es la solución al clásico “lo he probado todo con mis hijos y no funciona”.
Constancia y continuidad es la mejor educación.
(Si estás haciendo lo que funciona claro)
Esto con respecto a tus hijos, pero si eres tú quien ha bajado, entonces toca volver a hacer aquello que te acercaba a tu bienestar y objetivos.
Aquello que te hacía crecer.
Spoiler: suele tener que ver con combatir los pecado capitales: pereza, gula…
Ahí andamos, en la superación personal.
Bien, la vida es un equilibrio, como decía en el anterior mail, a veces toca bajar, a veces toca subir.
Pero lo importante es aprender porqué se ha bajado y cómo hacer para volver a subir.
A esto me dedico, tanto con mi libro, como acompañándote personalmente en mi mentoría de madres y padres.
Y vendrán novedades que te gustarán.
De momento, el libro aquí y la mentoría aquí.
Nos vemos.
(en las subidas y en las bajadas).
Un abrazo grande,
Ares
Pd: este mail te lo escribo a ti y me lo escribo a mi.
Pd2. Todos estamos luchando por vivir mejor.
Pd3: Si quieres que te acompañe, ya sabes donde pinchar.
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