Hace un mes volví de una de esas experiencias que alimentan el alma y te cambian la mirada hacia la vida y sobretodo, hacia la infancia. Trabajé ayudando en el asesoramiento de una escuela infantil en Bastipur, Nepal, con la ONG Nepal Sonríe. Enlazando con el artículo “Dale todo a los niños”, se me ocurrió que sería interesante reflexionar en torno a una serie de imágenes que tomé y cuya temática es el juego infantil en los países subdesarrollados. Durante varias semanas, centré mi mirada en descubrir y retratar la esencia del juego en los niños y niñas de una zona rural de escasos recursos. Después de capturar diversos momentos me reafirmé en la idea de que la felicidad infantil no se encuentra en “lo grande, lo abundante, el cuanto antes y más, mejor”, sino más bien en el compartir en comunidad, en lo cotidiano, en el juego autónomo y espontáneo que redescubre el valor de lo sencillo, frena los ritmos y se muestra en plena sintonía con la naturaleza. Reflexión completamente extensible a los adultos. Os comparto estas imágenes para que disfrutéis de ellas, observéis las múltiples sonrisas y reflexionéis sobre el juego en la Infancia y lo que ofrecemos a nuestros niños y niñas:   Acompáñame en un viaje de conocimiento. Suscríbete y forma parte de la revolución educativa 👇

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