Seguramente os acordaréis de los artículos donde hemos hablado de creatividad y educación de la mano Ken Robinson: un exponente de la nueva educación que nos desarrolla una idea bien interesante:
«Todos poseemos un talento, todos tenemos la capacidad de ser creativos; y la mayoría vivimos sin saberlo, convencidos muchas veces de que el creativo es aquel que sabe componer melodías, o escribir una poesía»
No sólo es que como personas no creamos en nuestras potencialidades sino que además Ken Robinson cuestiona a las escuelas de hoy al preguntarse si se ajustan a las necesidades e intereses actuales o simplemente dan respuesta a las necesidades de la sociedad industrial de hace décadas (la escuela es anacrónica).
Es cierto que empiezan a conocerse escuelas que están apostando por renovarse e impulsar propuestas ajustadas a infancia y juventud, pero sabemos claramente que aún hay mucho por hacer. Es más, a pesar de que la educación y la psicología se han visto ilustradas por el descubrimiento de las inteligencias múltilples y sus grandes aportaciones, aún seguimos haciendo lo mismo.
En la escuela se mide a todos por el mismo rasero, ya lo decía Einstein:
«Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su capacidad para trepar árboles , vivirá toda su vida pensando que es inútil»
Por lo general, se enjuician las capacidades menos reconocidas socialmente y como consecuencia, se evita que cada niño o cada niña saquen su genio y sus potencialidades. A la larga, tanto el niño como el adulto deja de creer en sí mismo, se mitigan las propias capacidades y la autoestima cae. Efecto de adecuarse a demandas grupales y sociales sin respetar las individualidades.
Esta reflexión, es algo de lo ya hemos hablado en Alaya durante tiempo pero ha sido impulsada por un hecho en concreto. Hace unos días tuve la suerte de ir al teatro a ver «GENIA Y FIGURA». Una comedia que nos saca de la mediocridad y del conformismo social para alentarnos y hacernos participes de nuestra energía, nuestras capacidades y posibilidades. Se evidencia el hecho de que en nosotros y nosotras están todas las posibilidades de ser y desarrollarse, tanto es así que sales constatando las infinitas y geniales posibilidades que tiene tu vida y las personas que te rodean.
Es una obra creada e interpretada por Beatriz Tierno y Marta Arteaga que está transitando diferentes espacios teatrales y que no siempre hay posibilidades para verla. Así que os recomiendo que sigáis a Marta Arteaga y esperéis a que haya alguna ocasión para verlas porque para estar en contacto con seres en desarrollo debería ser obligatorio haber disfrutado de esta obra.
Desde la escuela, se trata de facilitarles espacios y tiempos donde puedan encontrar «eso» que cada uno tenemos de forma única y que nos gusta, nos hace felices y que al hacerlo, aportamos a la sociedad: es nuestra genialidad, nuestro elemento, la expresión de nuestro ser. Por tanto en la escuela, se trata de equilibrar los procesos de socialización con los procesos de expresión de la persona. Así que..
…a ver si empezamos a sacar genios, no de su lámpara sino del interior de cada niño y cada niña 😉
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Gracias de corazón Genio.
Eso intentamos con esta obra.
Un abrazo inmenso y gracias por tu labor!
Marta ARTEaga
http://www.martaarteaga.blogspot.com