Qué decirte.
Acabamos de llegar de Tanzania. No sé si lo has visto por Instagram.
Pero hemos estado en un pueblo perdido al lado de un parque nacional.
Que salía a correr por la mañana y me iba cruzando con jirafas.
En el jardín había pájaros alucinantes y los Ibis.
Ha sido llegar a Madrid y una sensación de asfalto y que no hay un milimetro para que crezca la vida que no veas.
Además calorazo.
Hemos estado allí de turistas, pero sostenibles porque también hemos estado una semana ayudando en la escuela infantil y primaria de Momella.
Hemos dado una formación en inglés para 30 maestros y maestras de infantil y primaria.
Y cada día jugando y ayudando en un orfanato.
No sé si lo has visto pero hemos recaudado un montón de dinero porque necesitaban varias cosas.
Al final hemos comprado chandales para los 50 niños, mantas gordas para cada niño y el equipo que les acompaña, zapatillas y cortauñas para todos, hemos arreglado 16 ventanas rotas que tenían, cambiada la pila que estaba rota…
Y aún queda más cosas que vamos hacer. Siento si no lo he escrito por aquí pero no me ha dado para mucho más.
Habrá nuevas ocasiones.
¿Qué me llevo de allí comparado con lo de aquí?
¿Te lo digo?
¿Seguro?
Tus hijos necesitan mucho mucho menos para ser felices.
Darles demasiado no les va bien.
Allí era el polo opuesto y hemos puesto nuestro granito para que cambie.
Pero aquí se nos está yendo de las manos.
Ya te contaré porque voy a hacer un nuevo evento con tres clases gratuitas.
Te lo cuento pronto.
Mientras, si has hecho donación o has movido por redes la petición que hicimos he hecho un sorteo.
Con 5 bolsos y bolsitas del telar, un proyecto de empoderamiento de mujeres.
Te apuntas aquí para el sorteo.
4 cosas se sortearán para las personas que donaron y 1 para las que donaron pero ayudaron también.
Un abrazo grande grande,
Si quieres saber más, te lo cuento en mi newsletter.

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