Hoy os contaré un pequeño proyecto realizado en las clases de cuatro años: La caja de los recuerdos. Llevábamos tiempo haciendo hipótesis temporales sobre lo que vivimos. Que si ayer, que si mañana, que si hoy es jueves y ayer era… ¿lunes?, ¿Cuándo tenemos música?, ¿Qué día no hay cole?, ¿antes o después?, ¿Cuándo se es mayor?…
Así que no sólo nos hemos propuesto darle una vuelta a los conceptos temporales, que normalmente ya se ven, sino que nos hemos basado en la Pedagogía del tiempo. Un concepto acuñado por Vicenç Arnaiz que destaca el valor de la vivencia interna sobre el tiempo, cómo vivimos lo que ocurre, cómo nos construimos como personas… Un proceso que pone en juego el desarrollo de la identidad y la propia historia a través de la memoria como organizador de la experiencia; el lenguaje oral (narraciones de sus adultos de referencia) y los recuerdos físicos (objetos, fotos, vídeos…) como medios para la elaboración de nuestra historia de vida.
Todo empezó con una caja misteriosa de cada profe donde aparecían fotos y objetos, recuerdos de lo que fuimos y de lo que somos. Así que después de la sorpresa inicial, propusieron traer su propia «caja de los recuerdos» que fuimos personalizando poco a poco. Trajeron fotografías de sus cuatro años de vida y de sus personas de referencia, biberones, zapatos con los que aprendieron a andar, chupetes o recuerdos del «cole de pequeños» (las escuelas infantiles). Pequeños tesoros que forman parte de su breve historia de vida.
Después de vernos y comentar nuestro pasado, surgió la idea de invitar al cole a los abuelos y abuelas de la clase a que nos contasen cómo era su vida cuando eran pequeños. Así que empezaron a surgir preguntas para la visita: ¿Cómo nacisteis?, ¿Qué comíais?, ¿A qué jugabais cuando erais pequeños?, ¿Cuáles eran vuestros dibujos preferidos de la tele?, ¿Tomabais papilla?, ¿Tomabais leche de la teta de vuestra mamá?, ¿Os cuidaba vuestra mama?, ¿Ibais a la guarde?, ¿Cuando es una persona mayor?, ¿Hace cuantos años erais pequeños?
Fue un gran día lleno de descubrimientos donde nos contaron que cuando eran pequeños no tenían tele, ni móviles, ni tablets, ni ordenador (los niños y niñas no daban crédito). Además había alguno que no tenía luz y utilizaba velas para ver . Comían pocas cosas muchas veces y tenían muchos hermanos. Nos asombramos al saber que no tenían agua caliente, sino que calentaban y luego utilizaban una regadera para ducharse. Jugaban a la comba, al yo-yo, a las chapas, las canicas, al escondite e incluso se hacían las muñecas. Y nos sorprendimos al saber que no iban al cole de pequeños porque se quedaban en casa con sus madres.
Antes de irse y darles las gracias, aprovechamos para hacer un taller de chapas donde estuvimos jugando en el patio pequeños y mayores. Sí, esos mayores que a sus 70-80 años de edad se arrodillaron a jugar y a recordar viejos tiempos con sus nietos y nietas como podéis ver en las fotos.
Todo este proceso nos ha llevado a descubrir cómo era la vida antes y cómo es ahora. A descubrir su vida, lo que son y lo que viven en contraste a la vida de sus abuelos y abuelas cuando eran pequeños. Y nos ha llevado a ir más allá: imaginar cómo será en el futuro. La mayoría se visualizaba con pareja e hijos y alguno calvo como su padre. También vimos la película Wall-e para jugar con el futuro del planeta y la conciencia ecosocial.
Como imagináis hemos estado todo el tiempo entre emociones, hipótesis, afirmaciones, preguntas que no tendrían sentido sin las personas más importantes para nuestros pequeños y pequeñas: sus padres y madres. Así que para culminar, hicimos una tarde de juegos tradicionales organizados por las familias.
Desde aquí agradecer primero a las familias por su apoyo, colaboración, entusiasmo y cariño. Y en especial a los abuelos y abuelas que nos regalaron sus palabras y afectos para demostrarnos una vez más que aparte de ser «malcriadores profesionales», tienen un papel fundamental en la vida de cada familia (y de la sociedad).
Nada de esto hubiera sido posible sin algunas personas. Así que mi agradecimiento a Celia Quesada y Lucía Martínez por el trabajo a trío en el cole y a Vicenç Arnaiz por seguir regalándonos caminos en los que crecer.
Acompáñame en un viaje de conocimiento. Suscríbete y sé parte de la revolución educativa 👇
0 comments