Llevo varias semanas haciendo sesiones de clarificación familiar para mi curso de 16 semanas.
Ya está la primera promoción de familias en marcha.
En las llamadas escucho cuáles son las dificultades en casa y los conflictos que tienen:
las mañanas, la hora de la ducha, no me hace caso, gritos, conflictos…
Una de las cosas más habituales que ocurren en esos momentos es…
ponerse a la altura de los niños.
No a la altura de sus ojos,
que eso sí que te lo recomiendo.
porque se ve la vida de otra manera (y más bonita).
Si no a su altura mental.
Al final, terminamos discutiendo con un niño (o niña) de 3, 5 u 8 años como si también los tuvierámos nosotros.
Nos enfadamos, nos lo tomamos a lo personal y nos enganchamos en conflictos con ellos.
Suele pasar.
A ti, a mí y al vecino (alguna vez).
A lo mejor a ti no, pero a mucha gente sí.
Y tiene solución.
Primero sabiendo que no es personal, no es contra ti.
Segundo entendiendo que están expresando una emoción.
Como sus adultos de referencia que somos,
corresponde escuchar sus emociones y darles validez.
¿Qué está expresando?, ¿qué necesita?
Y si después hay que poner un límite, se pone.
Que los niños sin límites sufren mucho.
Y los que no se escuchan sus emociones, pues también.
Primero las emociones y después lo demás.
La siguiente promoción del curso ya está abierta,
por si necesitas educar a tus hijos sin conflictos.
Te acompaño 16 semanas.
Tu nueva vida familiar
Pd. Mirar es gratis
Crea recuerdos educativos con tus hijos. Suscríbete y recibe ideas creativas cada semana 👇
0 comments