“Funciona sin que tenga que repetir 50 veces lo mismo”
Esto nos lo compartía Mercedes a toda la primera promoción hace unos meses.
No daba crédito cuando su hijo le hacía caso o hacía lo que le había pedido.
Esto como padres y madres es una fantasía.
Que le digas algo a tus hijos y lo hagan.
Porque lo cierto es que la mayoría de problemas en casa vienen por esto: vete a lavar los dientes, recoge, ponte las zapatillas que no llegamos, pon la mesa, dame la mano que vamos a cruzar, deja de jugar…
Te lo voy a preguntar a ver qué opinas tú:
¿Quieres que tu hijo te haga caso?
¿Sí?
¿No?
¿A veces?
Parece una pregunta fácil pero no lo es.
Te la repito:
¿Quieres que tu hijo te haga caso?
Bien, vayamos por partes.
Empecemos por los extremos.
Si quieres que siempre te haga caso y te obedezca en todo.
Entonces tendrá un carácter sumiso y se dejará llevar por lo que le digan que tiene que hacer.
No es plan.
Vamos al otro extremo.
Si no quieres que te haga caso y le dejas totalmente libre, se sentirá inseguro y con mucha frustración porque le faltarán las referencias necesarias para convivir.
Tampoco es buena idea.
¿Entonces qué?
Tiene que haber momentos donde te tienen que hacer caso (con amor y firmeza) y momentos donde pueden estar y jugar libremente.
Es un equilibrio.
Bien, voy a lo prometido.
Para que te haga caso:
- Pocas normas, claras y constantes.
- Pequeñas responsabilidades en casa que van aumentando con la edad.
- Acompañarles a hacerlo hasta que puedan hacerlo solos.
Ojo, si tu no aprendes inglés en un día, no esperes que tu hijo haga “lo que toca” en una semana.
Adquirir rutinas y responsabilidades lleva tiempo (más si eres un niño).
Es esto, no hay más.
Así de sencillo.
Hazlo y cambiará tu vida familiar completamente.
Más calma en casa y más tiempo para disfrutar.
Si no quieres hacerlo por tu cuenta, te puedo acompañar.
Porque esto es lo que consigo a las familias que acompaño.
El viaje de la educación comienza con un clic. Suscríbete y descubre un mundo de posibilidades 👇
0 comments