Hace unos días estaba hablando con mi madre por teléfono.
A ella lo de las normas y los límites no se le ha dado muy bien.
Y eso que tiene 4 hijos.
Pero oye, que se dice pronto 4 y hay que criarlos.
Bueno el caso es que tiene 10 nietos, y más o menos por el séptimo empezó a pillar el truco a esto de los límites.
Hablaba con ella, no me acuerdo de qué caso y le decía una frase que repito a menudo.
Le dije:
- “Mamá, si que el tema es aplicar las normas, no solo decirlas”.
A lo que ella me dio un matiz muy interesante que te quiero compartir hoy.
- Sí, sí. Pero también lo difícil es mantenerlas.
Pensé: “pues sí mamá, te lo compro”.
Y acto seguido dije, se lo comparto a mi LISTA SECRETA.
Pues el asunto es que hay que mantenerlas y ahí fallamos.
Porque si un día aplicas la norma y al mes ya no.
Pues no sirve de nada.
Sirva esto de pequeño recordatorio.
Lo tengo muy explicado en el capítulo 4 de mi libro Educar sin GPS.
Por si quieres repasarlo.
Educar sin GPS.
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