Voy a ir al grano.
Lo que hacemos bien:
- Respetar necesidades y deseos de nuestros hijos.
- Enseñarles a expresar esas necesidades y deseos.
- Respetar sus emociones y ayudarlas a expresarlas.
Lo que hacemos mal:
- No poner límites a sus deseos.
- Estar disponibles siempre para todos sus deseos (que no necesidades).
- Saber gestionar nuestras emociones cuando las cosas no salen bien (con tu hijo o con la pareja).
- Evitar conflictos para respetar las necesidades de los niños.
El tema es que a nuestra generación (que ahora somos padres y madres) nos educaron desde la represión.
No podíamos expresarnos o no podíamos hacer porque teníamos muchos límites y poca escucha.
Un mundo para adultos en que los niños sobrevivían.
¿Qué hacemos nosotros?
Lo damos todo por nuestros hijos.
Y nos cuesta saber donde está el límite.
Como digo en Educar sin GPS, los niños necesitan dos cosas:
Amor.
Esta la hacemos muy bien.
Y…
Estructura.
En esta fallamos a menudo.
Porque poner estructura (limites, rutinas, horarios) desde el enfado, no es.
Entonces, ¿Cómo se pone esa estructura desde el respeto y la calma?
Ahí está el asunto.
Si quieres más, pues en la comunidad.
CRECER EN FAMILIA se llama.
Y puedes preguntar allí en la comunidad (yo estoy), escuchar el podcast secreto entero, tener descuentos exclusivos o ir a una sesión en directo del Consultorio.
Un abrazo grande,
Ares

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